Me pinto una uña de cada color, me pongo aquel vestido que me regaló
y los tacones negros, me maquillo rápidamente y cojo la cazadora. Va a
ser una gran noche.
Me despierto con el maquillaje del día anterior, tú estás durmiendo ahí a
mi lado, me siento especial por un momento. Me pongo una camiseta
suya y me la anudo, unos pantalones cortos y unas zapatillas; de las
cuales ahora no me acuerdo. Preparo algo. Unas tostadas y poco más.
Noto que unas manos me cogen por la cintura, sí, es él, con los boxers
que le regalé por su cumpleaños; le quedan genial. Me da un beso, lento, fugaz...
-¿Como estás princesa? - dijo entre bostezos.
- Muy bien príncipe. - dije entre risas.
- Tonta... - dijo mientras me dedicaba una de sus sonrisas.
Al instante me cogió y me llevó al sofá. Me tumbó. Y empezó a besarme
por el cuello, lentamente, como solo él sabe.
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