martes, 27 de septiembre de 2011

No queda más que tú, no queda más que yo, en este extraño salón sin 
nadie que nos diga donde, como y cuando nos besamos. Tenía ganas ya 
de pasar junto a ti unos minutos soñando, sin un reloj que cuente las 
caricias que te voy dando; juramento de sal y limón, prometimos 
querernos los dos.
Quiero que siga asi, tu alma pegada a mi mientras nos quedamos quietos, 

dejando que la piel cumpla poco a poco todos sus deseos. Hoy no hay 
nada que hacer, quedemonos aqui contandonos secretos, diciendonos bajito 
que lo nuestro siempre se hará eterno; fantasía en una copa de alcohol, 
prometimos volver a vernos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario